Hoy el mundo se enfrenta a una crisis sin precedentes. En el centro de esta crisis hay una emergencia de salud pública mundial de una escala que no se había visto en todo un siglo y que exige una respuesta mundial con consecuencias de gran alcance para nuestra vida económica, social y política. La prioridad es salvar vidas, pero sin recortes sanitarios, sin recortes de personal, sin recortes presupuestarios…y sin engaños. Pero todos los países de corte económico capitalista, en vías de desarrollo capitalista y empobrecidos…han hecho todo lo contrario implementando la represión, el confinamiento total, medidas jurídicas y políticas severas, etc, etc, violando los más elementales derechos de lxs ciudadanxs.
El confinamiento generalizado, dictado para hacer más lenta la transmisión del virus, restringe necesariamente la libertad de circulación y, así, la libertad de disfrutar de muchos otros derechos humanos. Desde el derecho a la protesta, a la manifestación y a la libertad de expresión. Eso ha afectado a la seguridad de la gente, su acceso a la atención de la salud (no solo en el caso de la COVID-19) sino también en otras enfermedades, como también a la alimentación, el agua, el saneamiento, el trabajo, la educación y el ocio. En fin al recorte de derechos fundamentales, civiles, políticos, económicos, sociales, culturales y ambientales.
Escuchemos la producción radial de KLA-HLA en el siguiente reproductor: